Sé que tu como yo has tenido INVIERNOS en tu vida, son esos momentos en donde todo es frío, no puedes ver el brillo del sol, estás confundido, triste, no tienes nada claro y no sabes hacia que lugar dirigirte.

Cuando me diagnosticaron lupus en marzo de 2009 esto fue lo que sentí y después vinieron algunos otoños lluviosos como el fallecimiento de mis dos papás, luego verano cuando decidí dedicar mi vida a servir a los demás a través de don de canalizar MENSAJES DE LOS ANGELES, cuando crees que todo fluye de manera armónica y piensas que no vas a volver a tener inviernos, me accidenté en marzo del 2020 justo iniciando la cuarentena de la pandemia en Colombia, sentí mucho dolor, nuevamente rabia y miedo por la cirugía, aunque ya he tenido algunas en esta si sentía mucho miedo, sabía que al salir iba a tener mucho dolor físico, al tener reconstrucción total del tobillo, ligamentos, tendones y de tener platinas y múltiples tornillos, nunca viví algo así y afrontar una recuperación demorada que aún después de mas de un año hago fisioterapia para caminar normalmente.

Aquí te comparto mis aprendizajes:

El invierno, al igual que la primavera, es una temporada que puede aparecer brevemente durante cualquier estación, para recordarnos su poder.  El invierno siempre llega; no solamente el invierno de frío, viento, nieve y hielo, sino el invierno humano de desesperación, soledad, desilusión o tragedia. Es invierno cuando tus oraciones no reciben respuesta, cuando las acciones de nuestros hijos nos dejan temblorosos o anonadados.

Es invierno cuando la economía se voltea en tu contra o cuando los acreedores te persiguen. Es invierno cuando la competencia te amenaza o cuando un amigo se aprovecha de ti. El invierno toma muchas formas y llega en cualquier momento.

El invierno es una temporada para la lectura, para RECUPERAR las energías, para gozar de PROTECCION y abrigo, una temporada para COMPARTIR con los seres queridos con quienes hemos trabajado, para dar GRACIAS y para compartir los OBSEQUIOS de la vida, es la temporada para agradecer, tanto por lo que tenemos como por lo que aún no hemos logrado. Es la temporada para GOZAR del fruto de nuestro trabajo, para las conversaciones cálidas.

Para aquellos que no están preparados, la llegada del invierno es una temporada de remordimientos y profundas tristezas. Ya que anteriormente no tuvieron el deseo de pagar con el dolor de la disciplina, ahora tienen que pagar el con el peso del arrepentimiento.

El INVIERNO es una época para:

  • análisis, ponderación e introspección
  • evaluar los propósitos y procedimientos.
  • volver a encontrar el propósito de tu vida
  • descubrir maneras de solucionar dilemas antiguos
  • diseñar planes especiales que contribuyan al bienestar de otros, menos afortunados que tu.
  • comprender y controlar la ira, esa emoción humana tan frecuente, que muchas veces nos hace juzgar sin una deliberación justa.
  • analizar nuestro sentido de justicia y para superar la tendencia de lanzar nuestra opinión condenatoria sin hacer una  investigación completa, ya que esta actitud es la cúspide de la ignorancia. para ser sinceros con nosotros mismos introspectivamente, pues la tendencia es engañarnos a nosotros mismos.
  • desarrollar los talentos que nos permiten llevarnos con las personas imperfectas, ya que hasta un tonto puede llevarse con las personas perfectas.
  • aprender a ser suficientemente sabios y saber lo que debemos decir e, igualmente, lo que debemos pasar por alto y lo que no debemos decir.

Alguien dijo una vez: “No reces para que las cosas sean más fáciles, reza para que haya más obstáculos y más desafíos, ya que son éstos los que forman el carácter y la voluntad de vencer en el hombre”.

Casi todos los relatos de éxitos que conozco comenzaron cuando la persona se encontraba postrada mental y financieramente. Al encontrarse en esta condición, las personas generalmente sienten tanto hastío que sacan talento, aptitud, deseo y determinación de lo más profundo de su ser – ingredientes esenciales que requiere una persona que quiere mejorar las cosas.

Es frente a la adversidad que las cosas comienzan a cambiar y las “cosas” siempre cambian como resultado del cambio personal que tiene lugar.

He descubierto que las “cosas” nunca cambian – es decir, no cambian solas. A partir de este momento y por el resto de su vida, dedícate a la excelencia y recuerda que el desafío a que te enfrentas es el triunfo.

Después de todo, ¡Tú tienes solamente una vida!
¡Haz de ella algo extraordinario!

No camines delante de mi, Es posible que no te siga.
No camines detrás de mi, Es posible que no te guíe.

Espero te ayuden mis aprendizajes tanto como a mí. Te los comparto con mucho amor. ENDRA

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